Es curioso que el post anterior a este, trate sobre alfombras y estilismos, algo que me aburre tanto, como el motivo por el cual dejé abandonado el blog a su suerte.
Mucho ha llovido desde entonces.
En el macro y micromundo.
Pero esta mañana me levanté dándole vueltas al tema de los Globos de Oro, mi Patty me etiquetó en una publicación para acreditaciones varias y mi hermano me envió un artículo sobre el tema Deneuve
Todo esto me transporta a un post que es de lo más leído del blog, y parece que, raramente todo tiene relación.
Así que creí necesario posicionarse porque
¿para qué tenemos entonces las redes sociales? ¿para ser como esos memes de adorables perros escondidos en la proa del yate? ¿para subir sólo fotos absurdas que todos scrolleamos? ¿para subir fotos auténticas o de preciosas escenas? ¿para opinar sobre lo que nos de la gana?
Pues me detengo en esto último.
Opinar.
Las alfombras rojas dejaron de interesar. Pero la pasada edición de los Globos de Oro, la noche del lunes dio mucho, mucho contenido al "periodismo" actual.
No voy a colocar ningún absurdo y aburrido estilismo, ni tan siquiera voy a opinar sobre el discurso que el color quería comunicar, tan sólo quiero eso, hablar de los colores y sus posicionamientos.
El rosa para el cáncer de mama. Mierda pura y dura ( y sé muy bien de lo que hablo)
El amarillo para la independencia de Cataluña.
El rojo para el Sida.
¿Verde Greenpeace y todo lo relacionado con el planeta que nos estamos cargando, no?
En el caso que nos ocupa, esta alfombra roja, el simbólico color es el elegante, el adelgazante, es el color del vacío, el color del rigor, de la austeridad, el color de la desesperanza, de los góticos, es el color del luto, por lo menos en Occidente. Y es que, realmente estamos de luto por la libertad de expresión y pobre de aquel que diga lo contrario.
Discursos y más discursos por parte del granado elenco jolivudiense, discursos y más discursos cuando entregan los premios o acuden a recogerlos. Un coñazo todo, vamos.
Me acuerdo de leer un tweet de Rose McGowan.
La imagino en el sofá, hastiada de todo este soberano coñazo del Time's Up y demás hipocresías que, lejos de solidarizarnos con el problema, lo infatiliza y mercantiliza aún más.
No sigo muy de cerca este tema de los acosos en la meca del cine pero no hace falta.
Soy mujer y vivo en el mundo.
Cada fin de semana salgo y bailo con mis amigas. Me encanta bailar. Siento la música.
A veces, me posee y puede parecer que esté llegando a un estado casi extático.
Algunas veces me gusta compartir ese momento con la persona que está a mi lado, sea conocida o no. Algunas veces, este mensaje puede malinterpretarse y algunas veces me puede cortar mucho el rollo.
Tengo que sacar la borde que llevo dentro, casi siempre funciona y nada, solucionado.
Otras veces nada basta. La atmósfera es pegajosa y a esas horas poca cordura puedes pedir, entonces es momento de abandonar.
Es en este momento cuando pienso en todas esas plantas que como defensa o, en su mayoría y en estas es precisamente en las que más pienso, como buenas depredadoras, despliegan su arsenal, casi siempre puntiagudo y punzante para atrapar a la víctima y acabar con ella según qué propósito.
Sintetizando:
me gustaría tener un mecanismo de defensa que, en el momento en el que un contacto no sea deseado reiteradamente, automáticamente, unas púas activadas en cólera asaltasen al individuo en cuestión, paralizándolo por completo unos instantes.
Pero claro, eso sería muy gore nivel edad media.
Así que mi propuesta para estos días extraños en los que vivimos y salvando las distancias, es Defensa Personal como mecanismo de defensa porque una seducción torpe o insistente necesita saber que es eso, TORPE. Si no funciona por las buenas, pues nada, saquemos la artillería pesada sin necesidad de sonrisas a medias o más negociaciones aunque sin caer en la nueva Carmen o el despropósito de creerme guay y cambiar el valor de la catarsis.
Por todo esto y como propósito de año nuevo, en este instante, decido y manifiesto por escrito, incorporar la Defensa Personal como mi nuevo método de entrenamiento y ya, otro día hablaremos de la censura pezonil en Instagram y demás.
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